Dios Lo Hará

No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.

Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Romanos 12:17-21 RVR1960

Este es uno de los pasajes en la biblia que nos enseña a depender de Dios y no de nuestras propias fuerzas.

Tomar nuestros conflictos y problemas por nuestras propias manos en mi entender, no es la manera en que nuestro padre celestial quiere que nosotros actuemos. Y aunque algunos puedan tener la creencia que hacer mal por mal es la manera correcta pues yo difiero de eso.

Muchas veces podemos tomar este versículo en el contexto negativo. De igual manera lo podríamos ver en un contexto mas positivo.

Si lo tomamos en forma positiva podríamos deducir que también como Dios toma lo negativo que nos haya pasado y él mismo toma el control así también el abrirá el camino para que todo lo que él ha declarado a nuestras vidas se cumpla.

Con esta declaración quiero empezar este día. No solo para mi sino para todo aquel que esté leyendo este mensaje. Ten fe y toma toda esperanza de parte de un Dios que nunca te va abandonar.

Muchas bendiciones!

La Vida

En algún momento en nuestra vida nos hemos dado cuenta que ni la luna es de queso ni las nubes son de algodón como nos lo habían dicho desde que éramos niños. Sino que la vida es dura. Por lo general la vida de cada persona está llena de desafíos y problemas con los cuales tienes que lidiar frecuentemente.

Siempre se ha dicho que cada persona nace con un propósito ó una meta que debe cumplir mientras viva. No es la excepción para nosotros los cristianos.

Tener un ministerio, un lugar de liderazgo o simplemente ayudar a los demás debe de ser definitivamente nuestra meta y nuestro mayor satisfacción.

Poder cumplir con la encomienda que el Dios del cielo el todopoderoso nos ha delegado será la brújula más segura a seguir.

Pero cada ser humano se encuentra ocasionalmente con un paradigma. Escoger entre una meta fijada o seguir la voluntad de Dios sea la que sea.

Definitivamente como personas y como creyentes deseamos ser útiles en la viña del señor pero ciertamente por otro lado queremos estar firmes sabiendo cuál es su voluntad.

Tener un ministerios, un título o liderar en algún área específica son cosas que cada creyente debe ejercer según su capacidad y el don que Dios le ha dado. Pero eso no significa que ejerciéndolo nos llevará necesariamente al cielo. Por el contrario hacer la voluntad de Dios definitivamente que si. Servir a Dios y a los demás es un privilegio no merecido.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Salmos 40:8 – RVR1960

Muchas bendiciones!