Añádele Virtud

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Gen. 1:27 RVR1960

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Gen 1:31 RVR1960

Vemos en éste pasaje del libro del Génesis en el principio, como Dios creó al ser humano. Me puedo imaginar que luego de una minuciosa observación entonces Dios dio su aprobación y dijo que era bueno. Su obra estaba terminada.

Tanto el hombre como la mujer había sido creados por el mismo Dios a su imagen y semejanza. Seres capaces de llevar y completar el propósito por el cual había sido formados. De esa manera Dios los creó. Perfecto para toda buena obra.

Sin embargo la imagen de esa primera pareja se fue deformando con el paso del tiempo. Más luego en la lectura encontramos al enemigo tratando de distorsionar lo que a Dios le había parecido era su obra perfecta.

Ha transcurrido mucho tiempo desde ese momento hasta la actualidad. Y vemos como se le ha dado otra identidad al ser humano. Al hombre se le percibe como una imagen tosca muchas veces hasta se le quiere ver como un ser que no puede funcionar por si mismo. Cuando en la realidad Dios lo creó con un potencial muy exclusivo para dirigir, liderar y ser una persona completa.

A la mujer muchas veces como una propiedad, como un objeto en otras ocasiones. Pero si volvemos al libro del Génesis encontramos que Dios los llamó buenos. La mujer muchas veces teniendo el rol de madre, consejera, amiga, enfermera, esposa y compañera entre otras cosas.

El mismo ser humano ha trastocado el propósito divino por el cual el nos creó.

Igual se ha dañado tanto el papel o la imagen de pareja de una relación íntima en la que fue creada para unir, conectar y en muchas ocasiones reconciliar a dos personas. y se le puede llamar vulgar o impura. Cuando en realidad es un acto sagrado dado bajo la cobertura de un matrimonio.

A lo mejor tendremos que esforzarnos un poco para poder recuperar lo que Dios hizo desde un principio y recuperar nuevamente nuestra identidad en la tierra.

Por eso, ustedes deben esforzarse por añadir virtud a su fe, conocimiento a su virtud, dominio propio al conocimiento; paciencia al dominio propio, piedad a la paciencia, Si todo esto abunda en ustedes, serán muy útiles y productivos en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

afecto fraternal a la piedad, y amor al afecto fraternal.

2Pet.1.5-07 RVR1960

Muchas bendiciones!