Pues yo, su Señor y Dios, juro que no quiero la muerte del impío, sino que éste se aparte de su mal camino y viva. ¿Por qué ustedes, pueblo de Israel, quieren morir? ¡Apártense, apártense de su mal camino!”
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Este blog de hoy está relacionado con el anterior. Y el mensaje es este. Dios no quiere que nadie se pierda, más bien que se arrepienta de sus malos caminos y se vuelva a él.
Esto es para todo ser humano. La salvación está al alcance de un corazón arrepentido.
Muchas bendiciones!
Por Gracia 