Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;
Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche,
En el decacordio y en el salterio, En tono suave con el arpa.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo.
¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Muchas bendiciones!
Salmos 92:1-5 – RVR1960