Contaminación

Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

Hebreos 12:12-15 – RVR1960

Se dice que el libro de Hebreos posiblemente fue escrito por el Apóstol Pablo. Otros asegura que pudiera haber sido escrito por Lucas, Apolos, Bernabé, Felipe o incluso Priscila. Pero aunque no se puede saber con certeza por lo menos podemos saber que el que lo escribió se refiere a Timoteo como un hermano.

Lo que puedo apreciar en este pasaje en particular es que el que lo escribió tenía un fuerte amor por la iglesia cristiana de aquellos días y a la vez preocupación por el pueblo hebreo. No es de extrañarse ya que para ese momento en la historia estaba formándose la iglesia cristiana. Posiblemente habría alguna fricción entre la iglesia y la gente que practicaban el judaísmo para esa época.

Estos textos en particular tiene una serie de mensajes de los que pudiéramos extraer un sinnúmero de lecciones . Yo lo llamaría una riqueza literaria bien importante y un mensaje que pudiera estar muy acorde con la vida cristiana de estos días.

Se puede decir que no solo estos textos pero toda la Biblia está llena de conocimiento básicos para la vida cotidiana. Muchas veces se puede perder una simple solución a los problemas más básicos de la vida sin embargo la Biblia está llena de consejos útiles para todas las personas en todas las épocas.

Para resumir me gustaría enfatizar en algo que el autor expone sobre las raíces de amargura. Creo que todas las personas en éste planeta tiene algún problema, unos de una índole y otros de otra. Pero lo importante aquí es saber solucionar cualquier problema de tipo personal y así no contaminar a toda la rueda de la creación como bien dice Santiago en su libro. Tanto los malos entendidos como la forma errónea en ver alguna situación en particular nos lleva algunas veces a tener conflictos innecesarios en la vida. Cuando una persona tiene algún problema lo mejor es hablar con esa persona. Cuando una persona tiene algún conflicto con otra lo mejor que puede hacer es llamarlo. Así se puede evita contaminar a un mundo completo por algo que se puede solucionar hablando.

Muchas bendiciones!