¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Lucas 15:8-10 -RVR1960
La pregunta es, cómo se puede encontrar algo que se nos ha perdido? Si es algo material que podemos ver y palpar pues con tan solo tratar de recordar en donde lo pusimos y empecemos a buscarlo lo más seguro es que podamos encontrarlo.
Pero que si aquello que hemos perdido es algo más bien abstracto como lo sería un sueño, un propósito o el camino en que estábamos andando. Una seguridad económica o un trabajo estable. Podría ser un familiar enfermo,en drogas o en la cárcel. Un matrimonio fracasado o la pérdida de un familiar. No podemos pelear con lo que no podemos ver ni entender.
En éste relato se nos muestra a una mujer que ha perdido una moneda. Aquí podemos ver cómo ella hace lo imposible para poder encontrarla. Así de igual manera cada vez que nos sentimos confundidos y sin dirección deberíamos buscar sin descansar aquello que sentimos se nos ha ido de las manos.
Igualmente muchas veces nos encontramos luchando con cosas espirituales. Cosas que no podemos ver ni palpar. Para ello hace falta que busquemos insistentemente hasta poder encontrar lo perdido. Nadie puede tener el resultado deseando si no puede ver y no puede entender de dónde viene ese ataque.
Insistirle a Dios sin desmayar será la solución. Porque como podremos pelear contra lo que no vemos? Cuando buscamos diligentemente e insistimos con nuestro padre celestial entonces y solo entonces podremos encontrar la dracma perdida.
Bendiciones!