El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «Di a los israelitas que regresen y acampen frente a Pi-hahirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-sefón. Que pongan sus campamentos enfrente de este lugar, junto al mar. Así el faraón pensará: “Los israelitas no saben a dónde ir. Andan perdidos en el desierto.” Pero yo voy a hacer que el faraón se ponga terco y los persiga; entonces mostraré mi poder en él y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy el Señor.» Los israelitas lo hicieron así. Éxodo 14:1-4 – DHH
Cuando los israelitas se dieron cuenta de que el faraón y los egipcios se acercaban, tuvieron mucho miedo y pidieron ayuda al Señor. Y a Moisés le dijeron: —¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para hacernos morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Por qué nos sacaste de Egipto? Esto es precisamente lo que te decíamos en Egipto: “Déjanos trabajar para los egipcios. ¡Más nos vale ser esclavos de ellos que morir en el desierto!” Éxodo 14:10-12 – DHH
Pero Moisés les contestó: —No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven. Ustedes no se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes. Entonces el Señor le dijo a Moisés: —¿Por qué me pides ayuda? ¡Ordena a los israelitas que sigan adelante! Y tú, levanta tu bastón, extiende tu brazo y parte el mar en dos, para que los israelitas lo crucen en seco. Éxodo 14:13-16 – DHH
Cuatrocientos- treinta años se encontraba la nación de Israel habitando en tierras extrañas. Dios le da un mandato a Moises para que salieran de esa tierra. Yo me imagino que la reacción del pueblo más que ser una de alegría era más bien de incertidumbre.
Me imagino que por un instante ellos pensaban en la vida que dejaban atrás. Después de todo y a pesar que habían estado como esclavos en esa nación, por otro lado dejaban una serie de experiencia vividas con sus familias.
Detrás de ellos se encontraba Faraón persiguiéndolo y delante el Mar Rojo. Un cuadro bastante incómodo e incierto.
Pero tenían que tomar una decisión ó retornaban hacia atrás ó decidían creer en lo que Dios les había dicho. La obediencia trajo como consecuencia la victoria para el pueblo.
Los retos que nos ha tocado vivir en este tiempo son innumerables. Pero al final creerle a Dios y a sus promesas nos llevará a la tierra prometida.
Bendiciones!