El 31 de Octubre de camino del trabajo a mi casa tuve una experiencia única. Quiero decir que como seguidora de Cristo no celebro ése día. Pero pudiera decir que algo realmente encantador pude observar en las calles. Las sonrisas de los niños, las casa llenas de adorno y la presencia incondicional de los padres, ciertamente me llenó de regocijo.
Quiero reiterar que lo que el Día de Halloween representa no va acorde a lo que las escrituras enseñan. Pero no puedo negar que al ver éste cuadro familiar solo me hizo pensar en que la conexión de un padre y una madre con sus hijos es indestructible.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Salmos 127:3